Alexei Navalni, líder opositor ruso fue detenido cuando aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Moscú- Sheremetievo de un vuelo procedente de Alemania, país en el que se recuperó del envenenamiento sufrido el año pasado y del que acusa a las autoridades rusas.
A través de Twitter, Kira Yarmish, portavoz de Navalni, informó que el domingo, “agentes de la Policía de fronteras se llevaron a Alexei sin dar ningún motivo. No permitieron a su abogado ir con él”, “Desconocemos cómo está Alexei, en qué estado se encuentra o dónde está”.
Luego de la denuncia, el Servicio Penitenciario Federal de Rusia (FSIN) informó que Navalni fue detenido porque “tiene pendiente una sentencia condicional y desde el 29 de diciembre de 2020 está en búsqueda por numerosas infracciones del periodo de prueba”, un tribunal ruso ordenó este lunes la prisión preventiva durante 30 días.
Tras la detención, la directora de Amnistía Internacional en Moscú, Natalia Zviagina, pidió la liberación “inmediata e incondicional” del activista, argumentando que su detención “es una nueva prueba de que las autoridades rusas quieren silenciarlo”.
