in ,

20 DE FEBRERO DÍA MUNDIAL DE LA JUSTICIA SOCIAL

La intención de la ONU para elegir el 20 de febrero como el Día Mundial de la Justicia Social desde el año 2007, es la de promover la labor de la comunidad internacional para encaminarse hacia la erradicación de la pobreza, promover el empleo pleno y el trabajo decente, la igualdad entre los sexos y el acceso al bienestar social y la justicia social para todos.

En vísperas a este día, y cuestionando si se cumplen o no los objetivos, al menos en México, entregamos las definiciones que aspiran a ser concretas y la última palabra la tendrá usted.

Trabajo decente: El trabajo decente implica que todas las personas tengan oportunidades para realizar una actividad productiva que aporte un ingreso justo, seguridad en el lugar de trabajo y protección social para las familias; que ofrezca mejores perspectivas de desarrollo personal y favorezca la integración social.

Acceso al Empleo: De acuerdo con las consideraciones de la OIT, el desempleo trae consigo dificultades que inciden negativamente en la calidad de vida y la seguridad de las personas. Así mismo, los priva del acceso a los beneficios del desarrollo, que es pilar del contrato social en sociedades democráticas.

La formalización laboral: Es pilar fundamental del concepto de trabajo decente, ya que representa un ingreso fijo, protección social para la población trabajadora y su familia, mejor calidad de vida, consolidación de un crecimiento incluyente, progreso social y económico, reducción de la pobreza y equidad social.

Igualdad de Género: El enfoque principal o áreas temáticas de la OIT en cuanto a la igualdad de género coincide con los cuatro objetivos estratégicos de la organización, es decir, promover los principios y derechos fundamentales en el trabajo; crear más empleo y oportunidades de ingresos para los hombres y las mujeres; mejorar la cobertura y la eficacia de la protección social y fortalecer el diálogo social y el tripartismo.

Duración de la jornada laboral: Actualmente las normas de la OIT sobre la duración de la jornada confieren el marco para la regulación de las horas de trabajo, de los periodos de descanso diarios y semanales y de las vacaciones anuales. Estos instrumentos garantizan una elevada productividad, al tiempo que se protege la salud física y mental de los trabajadores.

Ingresos por trabajo: el salario mínimo que se pague en efectivo al trabajador por una jornada de trabajo debe ser “suficiente para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos”.

Seguridad social como prestación laboral: El Convenio sobre la seguridad social de la OIT14 establece nueve ramas de la seguridad social: atención de salud y prestaciones en caso de enfermedad, desempleo, vejez, accidente laboral, por familiares a cargo, por maternidad, por invalidez y para sobrevivientes del trabajador fallecido. Los regímenes nacionales de seguridad social han sido concebidos fundamentalmente para atender estas necesidades en los asalariados.

 

Balance Vida-Trabajo: La incompatibilidad de las actividades familiares y laborales se relaciona con mayores riesgos de deterioro de la salud, un mal desempeño en la función parental, tensión psicológica, ansiedad, irritación frecuente, depresión, estrés laboral y diversos problemas psicosomáticos; todos, efectos derivados de las tensiones provocadas por el desempeño simultáneo de los roles laborales y personales.

Información de la ONU

http://www.un.org/es/events/socialjusticeday/

 

-Alejandro Cárdenas-

Productores locales promueven su mercancía

Cierran escuela primaria en Tlaquiltenango, padres exigen profesor para el quinto grado grupo A