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Dos fugas de penales federales en 15 años, evidencian alta corrupción: PES

La segunda evasión del narcotraficante sinaloense Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo Guzmán, es una muestra más del nivel de contubernio, impunidad y corrupción con el que actúan criminales de alta peligrosidad, y de la forma en que estos tienen comprados a los responsables de la seguridad de las prisiones de alta seguridad, por lo que es necesario no sólo recapturarlo mediante una búsqueda por todo el país, “sino limpiar a fondo”, el sistema penitenciario nacional, considera el Partido Encuentro Social (PES).

Desde este instituto político expresamos nuestro rechazo a las formas en las que operan los sistemas de monitoreo y vigilancia de los Centros Federales de Readaptación Social conocidos como Ceferesos, porque es ahí donde volvieron a facilitarse todos los elementos para que un capo de esta categoría, tuviera todas las facilidades y “cochupos” para organizar, diseñar y llevar una nueva fuga, casi de pelicula.

Cabe recordar que fue el 19 de enero de 2001, cuando “El Chapo Guzmán” se evadió del Penal de Puente Grande en Jalisco, al utilizar unos tambos de lavandería en los que logró su libertad, l mismo fue recapturado en Sinaloa el 22 febrero de 2014, y de nueva cuenta casi 17 meses después volvió a evadirse.

Este asunto es ya de Seguridad Nacional y como tal debe ser abordado por la Presidencia de la República, el gabinete de Seguridad y las Fuerzas Armadas, pues es ahí donde están los mandos que tienen a su cargo la seguridad de este Cefereso en el Estado de México.

Desde Encuentro Social lanzamos una severa crítica por la fragilidad y lo endeble que son los sistemas de seguridad y monitoreo de un Penal que, se supone, es de Máxima Seguridad, situación que no es cierta, pues un solo criminal ha evidenciado que con recursos y tecnología, es posible orquestar dos fugas en menos de 15 años.

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Resumen Semanal del 13 al 17 de Julio.